lunes, 2 de septiembre de 2013

Conozca la historia de la lujosa cadena de heladerías del ‘Movimiento Evita’ de Emilio Pérsicco.

Emilio Pérsicco es el ‘Capitán Frío’ del kirchnerismo. El líder del  ‘Movimiento Evita’ maneja al principal monopolio de heladerías artesanales de la Argentina.


Hoy en día, el ‘Movimiento Evita’ se ha convertido en una de las fuerzas de choque del régimen kirchnerista y se destaca por su violencia e intolerancia. Su líder Emilio Pérsicco es uno de los conductores de este grupo piquetero que atemoriza a la sociedad con su violencia.
El ‘MTD Evita’, se ha reciclado en épocas kirchneristas como ‘Movimiento Evita’ y a medida que se van incrementando las protestas contra el gobierno de
Cristina Fernández de Kirchner crece la importancia de esta agrupación cuyo rol es el de ‘disciplinar’ a fuerza de palo, tumbera y cadenazo a cualquier ciudadano que intente manifestarse en contra del régimen.
Emilio Pérsicco proviene de una familia muy pudiente originaria de la ciudad de La Plata. A diferencia de sus
familiares, al líder piquetero jamás le gustó trabajar y supo ser alumno crónico del Colegio San José de La Plata donde se unió a la UES. Como se la pasaba haciendo política, el sistema educativo lo terminó expulsando a los 19 años de edad tras deambular por varios institutos.
Cuando vino el golpe de estado, Emilio Pérsicco se acordó de que tenía una familia que formaba parte de la burguesía platense y decidió ‘exiliarse’ con destino a Suecia. Allí fue cuando Emilio Pérsicco se vio obligado a confrontar con ‘el sistema’. Cuando una persona, especialmente un militante político, se exilia en otro
país (especialmente en Suecia) usualmente llega ‘con una mano atrás y otra adelante’.
Lamentablemente, las autoridades suecas sorprendieron a un desaliñado Emilio Pérsicco cobrando un giro que le enviaba su familia desde La Plata, entonces sin mediar otra explicación decidieron detenerlo y expulsarlo.
El futuro piquetero recaló en España, pero su fervor revolucionario se apagaba cuando llegaba a la ventanilla de los bancos para cobrar los dólares que semanalmente le remitían sus laboriosos familiares desde la ciudad de las diagonales. Su incursión terminó con el llamado de un gerente de un banco que requirió la presencia de la policía española porque desconfiaba de la palabra de un mendigo que quería cobrar mil dólares provenientes de Buenos Aires.
Tras varios días de arresto, España le sugirió al piquetero que siguiera su dudoso exilio en otro país. Para
las autoridades españolas Emilio Pérsicco no tenía miedo de caer en las garras de la dictadura militar, el problema era que el duro dirigente social le temía al duro trabajo en la heladería familiar y esto lo decidió a probar suerte en México.
Cuando el líder piquetero intentó darle cátedra de ‘socialismo’ a los descendientes de Pancho Villa. La
única respuesta fue emular al ratoncito ‘Speedy González’ con una rápida huida hacia la ciudad de La Plata. Era evidente que el mundo no estaba preparado para Emilio Pérsicco.
Tras bajarse del ‘Río de la Plata’ y retornar vencido a la casita de los viejos, este personaje comprendió que el rol central de la sociedad le corresponde a la clase trabajadora y que existía una persona capaz de
enseñarles el camino: Emilio Pérsicco.
Ahí el piquetero se fue fogueando en diversas plantas fabriles como un molesto aprendiz que cuestionaba
ideológicamente a los capataces que lo mandaban a baldear el baño. Emilio Pérsicco se convirtió en un abonado a los despidos y tras comprender que el secador y el balde no son las armas de un verdadero revolucionario decidió pasar a la lucha.
Y si de lucha se trata, nada mejor que unirse a las huestes de Vicente Leónidas Saadi y refugiarse en las nubes de Úbeda del nepotismo catamarqueño. Pronto desfiló por el peronismo revolucionario, pasó al ‘peronismo que resiste’ y se integró a Quebracho.
Pero Quebracho le quedaba chico a este visionario de la política y entonces decidió crear el ‘Movimiento de
Trabajadores Desocupados Evita’. En sus primeras declaraciones públicas, este iluminado declaraba a los
medios que el piquete era una herramienta para luchar por el trabajo y la inclusión social, dos cuestiones cruciales para la reconstrucción del país.
Cuando se integró a la ‘Coordinadora Aníbal Verón’ lo único que logró fue profundizar la crisis y la confusión del primitivo movimiento piquetero. Pero cuando apareció Néstor Kirchner, el MTD Evita se lanzó a los pies del pingüino mayor y comenzó a generar su espacio de poder al calor del oficialismo.
Cuando Emilio Pérsicco logró colarse en un proyecto político, su clan familiar recibió al ‘hijo pródigo’ con los brazos abiertos y le planteó la posibilidad de colaborar económicamente en la lucha incansable por
los derechos de los trabajadores. Gracias al aporte económico de las ‘Heladerías Pérsicco’, el MTD
Evita pasó a ser el ‘Movimiento Evita’ y con el correr de los meses se convertiría en uno de los actores
fundamentales en la compleja ingeniería de poder de Néstor Kirchner.
Es interesante repasar la evolución de esta laboriosa familia platense. Cuando llegó de Italia, su abuelo, Julio
Pérsicco abrió una verdulería en pleno centro de la ciudad de las diagonales (Diagonal 80 y calle 6). A
diferencia de su nieto, el Pérsicco que trabajaba puso todo su empeño en progresar y se asoció con su primo Luigi Aversa, un trabajador nativo de Sorrento que se dedicaba a vender pescado y maní en la ciudad de Mar del Plata.
En el año 1931 adquirieron un local en Diagonal 80 y calle 5 abrieron un almacén que fue evolucionando hasta convertirse en un local donde se dedicó exclusivamente a la venta de helado artesanal con el nombre de ‘Helados Pérsico’ (con una sola ‘c’).
Gracias a la auténtica cultura del trabajo, Luigi Aversa fundó en 1969 la reconocida cadena de helados artesanales ‘Freddo’. Por aquellos años ya se integraron a la sociedad los hijos del ‘Nono’, Federico y Pablo Aversa, acompañados por su cuñado Salvador Guarracino. Su primer local fue instalado en el corazón de la Recoleta (Pacheco de Melo esquina Callao) y con el tiempo se expandió hasta tener cincuenta sucursales. Durante la época menemista, la familia Aversa decidió hacer negocios con el grupo inversor ‘Exxel’ que
compró la cadena de helados ‘Freddo’ por 75 millones de dólares. Con posterioridad el grupo económico
de Juan Navarro vendió esta empresa al fondo de inversión ‘Pegasus’.. Durante esta administración,
‘Freddo’, redujo su expansión a 32 locales pero incorporó a su negocio una cadena de cafeterías con el
nombre de ‘Aroma’.
En noviembre del 2001, cuando caía el gobierno de Fernando de la Rúa, el corralito inmovilizaba los ahorros de miles de argentinos y comenzaba el auge del movimiento piquetero, los empresarios Federico Aversa y Juan Martín Guarracino deciden retomar su actividad dentro del rubro de la producción de helados artesanales bajo el nombre de ‘Helados Persicco’ (con dos ‘c’) y la otra parte de la familia, Silvina y Leandro Aversa optaron por abrir otra cadena de heladerías bajo el nombre de ‘Un Altra Volta’ (hoy conocida como ‘Volta’).
En el año 2006, el gobernador Felipe Solá cedió a las presiones de la influyente familia Aversa y bastó una
recomendación de Néstor Carlos Kirchner para que el piquetero Emilio Pérsicco fuera designado como
subsecretario de gabinete de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires.
Esto le posibilitó al influyente dirigente piquetero acceder a innumerables líneas de crédito en el castigado
Banco de la Provincia de Buenos Aires y desde su despacho manipulaba decenas de planes sociales, a los
cuales el ‘MTD Evita’ les incautaba el 50% de su importe como ‘impuesto revolucionario’ para financiar la lucha piquetera.
Obviamente que durante la gobernación de Felipe Solá y el gobierno de Néstor Carlos Kirchner ‘la heladería’ fue uno de los grupos económicos más beneficiados en materia de otorgamiento de créditos millonarios por parte del Banco de la Nación Argentina y el Banco de la Provincia de Buenos Aires.
Gracias a una hábil administración por parte de los contadores que administran a este monopolio de heladerías artesanales, una buena parte de los dineros públicos que ingresan sus las arcas van a parar a la caja política que mantiene la operatividad del ‘Movimiento Evita’ de Emilio Pérsicco.
Por lo visto, la violencia social, la quema de cubiertas y los piedrazos han sido muy productivos para el crecimiento de los negocios de la familia Aversa. Han instalado trece locales de gran categoría que apuntan a un público de alto poder adquisitivo. La conclusión que uno puede sacar es que el ‘brazo heladeril’ del
‘Movimiento Evita’ le encanta recibir a sus locales al mismo segmento social que los movimientos piqueteros
dicen odiar por cuestiones ideológicas y raciales. Actualmente la heladería Pérsicco tiene seis lujosos
locales en Palermo (Salguero y Cabello), Belgrano (Migueletes y Maure, dentro del complejo ‘La
Imprenta’ y Vuelta de Obligado 2092, en el local lindero a la iglesia ‘La redonda’ de Cabildo y Juramento)
Caballito (Rivadavia 4933), Pilar (en el ‘Office Park’ de Panamericana Km 42,5) y en Tigre (en centro
comercial del country Nordelta).
El grupo de heladerías ‘Un Altra Volta’ cuenta con siete locales de primera categoría. Actualmente conserva el local original de ‘Freddo’ de Pacheco de Melo y Callao. Tienen otro local en Recoleta (Quintana y Ayacucho) y un tercer local se encuentra en Santa Fe 1826 (casi Callao) en pleno corazón de Barrio Norte. Sabemos que el movimiento piquetero es enemigo de los monopolios. Pero es interesante apuntar la cercanía (y la habilitación comunal) de ciertos locales de ‘Un Altra Volta’ con los de su cadena ‘rival’:
a) El local de ‘Volta’ que se ubica en Echeverría 2302 de Belgrano ‘compite’ con el emprendimiento que
tiene ‘Helados Pérsicco’ a menos de 100 metros en
Vuelta de Obligado 2092.
b) Otro ‘Un Altra Volta’ se encuentra en Palermo en Libertador 3060 (casi esquina República de la India) se encuentra a pocas cuadras del local de ‘Pérsicco’ de Salguero y Cabello. Un segundo local de ‘Un Altra Volta’ está ubicado a solamente tres cuadras (Coronel Díaz y Cerviño).
c) Los vecinos de Pilar pueden disfrutar de ‘Un Altra Volta’ en el shopping ‘Las Palmas del Pilar
Shopping’ (Panamericana Km.50), mientras los seguidores de ‘Pérsicco’ pueden ir hasta el ‘Office Park’ de Panamericana Km.42,5).
Todos estos locales son de alto costo y dirigido a un público consumidor que ideológicamente está muy lejos del ‘Movimiento Evita’. Además tienen la costumbre de ‘invitar a retirarse’ a los niños pobres que suelen
mendigar en sus adyacencias.
Así que cuando adquiera un exquisito helado artesanal en los locales del ‘Movimiento Evita’ tenga en cuenta
que con su compra está financiando a una de las más violentas organizaciones terroristas de la Argentina y que a mediano plazo van a ser las mismas personas que impulsadas por el odio racial e ideológico van a atentar contra sus derechos humanos.

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