martes, 2 de julio de 2013

Los cinco golpes al poder de Julio De Vido

La Cámpora y Randazzo acapararon funciones de Energía y Transporte que en estaban en el ámbito de Planificación, un ministerio creado a medida en el inicio del kirchnerismo.


Energía

1. El 30 de mayo de 2012 La Cámpora desembarcó en Cammesa, la empresa que administra el mercado eléctrico, con dos funcionarios de confianza de Kicillof. Juan Manuel Abud, quien se desempeñaba como vocal del ENRE, fue nombrado como gerente general; y Paula Español, economista y ex subsecretaria de Comercio Exterior, asumió como directora de administración y finanzas. También es segunda candidata a senadora en la Ciudad de Buenos Aires por el Frente para la Victoria.
Esta empresa, que administra el sistema eléctrico, se encarga de las onerosas importaciones de combustibles líquidos que se otorgan a las centrales para generar energía y cubrir el déficit energético.
Abud asumió en el cargo que había dejado vacante Luis Beuret, quien desde diciembre de 2007 había asumido como subsecretario de energía eléctrica en Planificación.
2. En la petrolera pública Enarsa, también en mayo, ocurrió lo mismo. El camporista Juan José Carbajales, un abogado con posgrados en regulación energética, fue ascendido por la intermediación de Kicillof a subgerente general para vigilar de cerca la gestión.
Enarsa es poseedora de la otra gran caja energética, ya que se encarga de las compras al exterior de gas licuado. Los cuestionamientos del directorio a Exequiel Espinosa por el precio de estas importaciones comenzaron a hacerse más intensos. Como resultado, Espinosa -que había sido designado por De Vido en 2004- renunció el 10 de mayo pasado.
En conjunto, las importaciones de combustible que realizan Enarsa y Cammesa alcanzarían los U$S 13.000 millones durante este año. Los montos pagados por estos conceptos van en ascenso: crecieron 90% entre enero y mayo frente al mismo lapso del año pasado.
3. Si bien De Vido fue interventor de YPF durante el proceso de expropiación, no logró imponer su presencia en la nueva conducción. Roberto Baratta, subsecretario de Coordinación en Planificación, había sido el director titular en representación del Estado en épocas de Repsol. En la nueva etapa su posición fue ocupada por Kicillof y Patricia María Charvay, también leal al viceministro y funcionaria en la secretaría de Política Económica.
El 18 de junio de 2012 fue designado Nicolás Arceo, quien se desempeñaba como subsecretario de Planificación Económica de Kicillof, en la dirección administrativa y financiera de la petrolera.
Vale destacar que YPF es quien ahora organiza las licitaciones para la importación de combustibles.
4. Por último, en julio de 2012 un decreto presidencial puso a Kicillof al frente de la Comisión de Planificación y Coordinación del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas, que fue creada por la ley de expropiación de YPF.
Esta área entiende en las políticas para maximizar la producción y explotación de hidrocarburos en todo el país. Asimismo interviene directamente en los precios de los combustibles. Todas estas áreas habían sido territorio fértil de De Vido.

Transporte

5. El 7 de junio de 2012, Cristina Kirchner transfirió la secretaría de Transporte, que concentra la distribución de subsidios por más de $27.000 millones, de Planificación a Florencio Randazzo, cuya cartera quedó renombrada como Ministerio del Interior y Transporte.
El cambio se produjo luego de la tragedia ferroviaria de Once, que dejó 51 muertos, en febrero y tras los crecientes cuestionamientos sobre la aplicación de subsidios a trenes y colectivos durante la gestión en Planificación. Los dos secretarios de Transporte entre 2003 y 2012, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, tienen procesamientos judiciales por abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Energía

1. El 30 de mayo de 2012 La Cámpora desembarcó en Cammesa, la empresa que administra el mercado eléctrico, con dos funcionarios de confianza de Kicillof. Juan Manuel Abud, quien se desempeñaba como vocal del ENRE, fue nombrado como gerente general; y Paula Español, economista y ex subsecretaria de Comercio Exterior, asumió como directora de administración y finanzas. También es segunda candidata a senadora en la Ciudad de Buenos Aires por el Frente para la Victoria.
Esta empresa, que administra el sistema eléctrico, se encarga de las onerosas importaciones de combustibles líquidos que se otorgan a las centrales para generar energía y cubrir el déficit energético.
Abud asumió en el cargo que había dejado vacante Luis Beuret, quien desde diciembre de 2007 había asumido como subsecretario de energía eléctrica en Planificación.
2. En la petrolera pública Enarsa, también en mayo, ocurrió lo mismo. El camporista Juan José Carbajales, un abogado con posgrados en regulación energética, fue ascendido por la intermediación de Kicillof a subgerente general para vigilar de cerca la gestión.
Enarsa es poseedora de la otra gran caja energética, ya que se encarga de las compras al exterior de gas licuado. Los cuestionamientos del directorio a Exequiel Espinosa por el precio de estas importaciones comenzaron a hacerse más intensos. Como resultado, Espinosa -que había sido designado por De Vido en 2004- renunció el 10 de mayo pasado.
En conjunto, las importaciones de combustible que realizan Enarsa y Cammesa alcanzarían los U$S 13.000 millones durante este año. Los montos pagados por estos conceptos van en ascenso: crecieron 90% entre enero y mayo frente al mismo lapso del año pasado.
3. Si bien De Vido fue interventor de YPF durante el proceso de expropiación, no logró imponer su presencia en la nueva conducción. Roberto Baratta, subsecretario de Coordinación en Planificación, había sido el director titular en representación del Estado en épocas de Repsol. En la nueva etapa su posición fue ocupada por Kicillof y Patricia María Charvay, también leal al viceministro y funcionaria en la secretaría de Política Económica.
El 18 de junio de 2012 fue designado Nicolás Arceo, quien se desempeñaba como subsecretario de Planificación Económica de Kicillof, en la dirección administrativa y financiera de la petrolera.
Vale destacar que YPF es quien ahora organiza las licitaciones para la importación de combustibles.
4. Por último, en julio de 2012 un decreto presidencial puso a Kicillof al frente de la Comisión de Planificación y Coordinación del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas, que fue creada por la ley de expropiación de YPF.
Esta área entiende en las políticas para maximizar la producción y explotación de hidrocarburos en todo el país. Asimismo interviene directamente en los precios de los combustibles. Todas estas áreas habían sido territorio fértil de De Vido.

Transporte

5. El 7 de junio de 2012, Cristina Kirchner transfirió la secretaría de Transporte, que concentra la distribución de subsidios por más de $27.000 millones, de Planificación a Florencio Randazzo, cuya cartera quedó renombrada como Ministerio del Interior y Transporte.
El cambio se produjo luego de la tragedia ferroviaria de Once, que dejó 51 muertos, en febrero y tras los crecientes cuestionamientos sobre la aplicación de subsidios a trenes y colectivos durante la gestión en Planificación. Los dos secretarios de Transporte entre 2003 y 2012, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, tienen procesamientos judiciales por abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público.


El poder en números

La pérdida de influencia tiene un correlato numérico: desde el año 2011 el Ministerio de Planificación ha perdido un 29,6% de su presupuesto, esto contando las subas de recursos que se concedieron en los últimos años por efecto de la inflación. La mayor baja fue, sin duda, el volumen que se gestionaba en concepto de subsidios al transporte (colectivos, trenes y Aerolíneas Argentinas).
Hace dos años, Planificación manejaba unos $82.137 millones al año, que correspondían al 17,5% del presupuesto nacional; mientras que para 2013 sus recursos proyectados son de $57.780,58 millones, 10% del total.
La decisión de la Presidenta ha sido marcar un impás en el control de flujo de recursos que realizaba De Vido, quién históricamente fue un nombre de confianza de Néstor Kichner.
De Vido acompañó al ex mandatario desde sus inicios en el mundo de la política: fue secretario de Obras Públicas durante la intendencia de Kirchner en Río Gallegos, luego director de obras del santacruceño Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda, administrador general de Vialidad Provincial y ministro de economía y Obras Públicas de Santa Cruz entre 1991 y 2003.
Luego, con la llegada a la Casa Rosada asumió al frente de un ministerio literalmente diseñado a su medida. Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios fue creado a través del decreto 1283/2003 el 24 de mayo de 2003 por Eduardo Duhalde, un día antes de que Kichner asumiera la Presidencia de la Nación.
La por entonces nueva cartera había surgido con la unificación de los ministerios de Economía y de la Producción y se le asignaron 54 funciones institucionales: las principales aristas fueron diseñar políticas tarifarias y entender en asuntos vinculados con transporte, minería, comunicaciones, energía, servicio postal, promoción zonas de frontera y obra pública.
Diez años más tarde, la sintonía fina otorgó a economistas de La Cámpora y a Randazzo la supervisión de las grandes cuentas a pagar el Estado. Los que conocen a las bases del kirchnerismo histórico saben que si la muerte de Kirchner no hubiera cambiado parte del estilo político del Gobierno, De Vido jamás hubiera perdido tanto poder en la escena económica.

El poder en números

La pérdida de influencia tiene un correlato numérico: desde el año 2011 el Ministerio de Planificación ha perdido un 29,6% de su presupuesto, esto contando las subas de recursos que se concedieron en los últimos años por efecto de la inflación. La mayor baja fue, sin duda, el volumen que se gestionaba en concepto de subsidios al transporte (colectivos, trenes y Aerolíneas Argentinas).
Hace dos años, Planificación manejaba unos $82.137 millones al año, que correspondían al 17,5% del presupuesto nacional; mientras que para 2013 sus recursos proyectados son de $57.780,58 millones, 10% del total.
La decisión de la Presidenta ha sido marcar un impás en el control de flujo de recursos que realizaba De Vido, quién históricamente fue un nombre de confianza de Néstor Kichner.
De Vido acompañó al ex mandatario desde sus inicios en el mundo de la política: fue secretario de Obras Públicas durante la intendencia de Kirchner en Río Gallegos, luego director de obras del santacruceño Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda, administrador general de Vialidad Provincial y ministro de economía y Obras Públicas de Santa Cruz entre 1991 y 2003.
Luego, con la llegada a la Casa Rosada asumió al frente de un ministerio literalmente diseñado a su medida. Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios fue creado a través del decreto 1283/2003 el 24 de mayo de 2003 por Eduardo Duhalde, un día antes de que Kichner asumiera la Presidencia de la Nación.
La por entonces nueva cartera había surgido con la unificación de los ministerios de Economía y de la Producción y se le asignaron 54 funciones institucionales: las principales aristas fueron diseñar políticas tarifarias y entender en asuntos vinculados con transporte, minería, comunicaciones, energía, servicio postal, promoción zonas de frontera y obra pública.
Diez años más tarde, la sintonía fina otorgó a economistas de La Cámpora y a Randazzo la supervisión de las grandes cuentas a pagar el Estado. Los que conocen a las bases del kirchnerismo histórico saben que si la muerte de Kirchner no hubiera cambiado parte del estilo político del Gobierno, De Vido jamás hubiera perdido tanto poder en la escena económica.

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