El empresario realizó en una sucursal de Comodoro Rivadavia del Banco Nación cinco depósitos por ese monto, que fueron alertados por el BCRA durante un control de rutina.
La operación debía haber sido reportada por el máximo responsable
de la prevención del lavado del Banco Nación hasta principios de 2012,
Jorge Omar Maldonado Santechia, quien ahora está siendo investigado por
la Unidad de Información Financiera (UIF) y el Banco Central (BCRA).
La
sucursal en Comodoro Rivadavia del Banco Nación abrió cinco plazos
fijos por un total de 7,5 millones de dólares a nombre de la petrolera
Epsur y de Austral Construcciones, dos empresas controladas por el
empresario Lázaro Báez, publica el diario La Nación.
"La
respuesta que dio fue que el dinero correspondía al flujo normal de los
negocios y que los plazos fijos eran también propios de la operatoria
comercial, lo cual no resultó satisfactorio", confió al matutino una
fuente oficial al tanto de lo ocurrido, en el marco de la causa a cargo
del juez federal Sebastián Casanello.
Pese a
las sospechas sobre ese millonario depósito, el Banco Nación -añade el
diario- decidió no enviarle un reporte de operación sospechosa (ROS) a
la unidad antilavado (UIF) para que investigara si correspondía remitir
los antecedentes a la Justicia.
No obstante,
distinta fue la reacción del Banco Central, que luego de un control de
rutina, detectó la anomalía y reportó la operación a la UIF, el año
pasado, así como la inacción del área bajo el control de Maldonado.
"Se
trataba de una operación sospechosa y el Nación no reportó nada. Por
eso se lo incluyó [a Maldonado] en el ROS, lo cual no es habitual",
explicó otra fuente consultada por el matutino, que no reveló su
identidad.
Paralelamente, la investigación
sobre supuesto lavado de dinero contra Báez está pasando por un momento
de quietud pero de intensa labor del juez para tratar de establecer el
delito previo del supuesto origen ilícito de su fortuna.
Por
eso es que el juez Casanello en las últimas semanas pidió la
colaboración de la AFIP y la Unidad de Información Financiera (UIF),
como fuerzas auxiliares en la investigación, para determinar cuál fue el
ilícito a través del cual el empresario habría generado su fortuna, la
cual introdujo al circuito legal.
La figura de
lavado de dinero implica que se cometió un ilícito (ejemplo,
narcotráfico o ser favorecido con fondos ilegales de la administración
pública), y los fondos que se obtienen de forma delictiva se introducen
en el circuito legal.
Casanello libró oficios a
todos los juzgados federales de la Capital Federal y a los de Santa
Cruz: el motivo es intentar encontrar alguna causa en la que el
empresario Báez o alguno otro de los involucrados en la investigación
por lavado de dinero tenga un antecedente o esté imputado.
De
encontrarlo, esa podría ser una pista a tener en cuenta por el juez
para avanzar en esta investigación que también tiene como acusados al
marido de la modelo Karina Jelinek, Leonardo Fariña; y el financista
Federico Elaskar.
Hasta el momento, según informaron fuentes judiciales a la agencia Noticias Argentinas,
si bien constan muchas denuncias en Santa Cruz en ninguna de ellas el
empresario Báez está ni siquiera imputado y mucho menos procesado.
Si
bien se sospecha que el delito previo en el caso de Báez podría ser el
de haber sido favorecido por políticos en el poder, lo cierto es que
Casanello hasta ahora no encontró ninguna prueba de ello y hacerlo,
aseguran, es una tarea casi imposible ya que lo obligaría a centrar su
pesquisa en la obra pública y licitaciones, lo que escapa al objeto de
dicha causa.
En la Capital Federal, el juez se
topó con una causa que tiene Báez en el juzgado de Daniel Rafecas, pero
apenas está denunciado sin imputación alguna.
Ahora
una de las alternativas en el juzgado de Casanello es que la UIF o la
AFIP aporte el delito previo, esto es, que pueda determinar el supuesto
origen del patrimonio de todos los imputados, no sólo de Báez.
Según confiaron fuentes a la agencia NA,
la tarea la otorgó teniendo en cuenta que ambos son querellantes en el
caso, aunque habría cierta reticencia por parte de la UIF y AFIP.
Tras
la feria judicial, Casanello retomó esa y otras causas y, si bien está
pendiente que defina si procesa a Elaskar y Fariña, ambos ya fueron
indagados y por lo pronto está "evacuando citas", esto es, intentar
comprobar los dichos y argumentaciones de ambos.
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