martes, 2 de julio de 2013

Caso Rawson | El juez decide el futuro de Mangeri en Ravignani 2360

Horas antes de resolver su situación procesal, el magistrado visitó el lugar donde se cree que el portero atacó a Ángeles Rawson. Se estima que dictará un procesamiento por homicidio simple.


Un día antes de que el juez Ríos deba determinar si Jorge Mangeri finalmente queda procesado con prisión preventiva por el asesinato de Ángeles Rawson, el magistrado realizó una inspección ocular en el edificio de Ravignani 2360 donde se cree que se produjo el ataque a la adolescente hace tres semanas.
Luego de tomarle declaración indagatoria a Mangeri -que sólo habló sobre los supuestos apremios que recibió por parte de la policía-, el juez Javier Ríos llegó al edificio junto a la fiscal María Paula Asaro y el abogado querellante Pablo Lanusse.
La intención del magistrado fue recorrer la cuadra del edificio: caminó sobre Ravignani hacia Santa Fe y después en sentido contrario, intentando saber por dónde habría sido retirada la bolsa con el cadáver sin haber sido registrado por las cámaras de edificios vecinos.
Luego, el juez encabezó la inspección dentro del edificio: miró en detalle el área del hall en la planta baja, el sótano, la terraza y un departamento del segundo piso (el "A") que estaba desocupado y que fue mencionado en el expediente, para tener una clara impresión de los movimientos relatados por los protagonistas del caso y los testigos, consignó al agencia DyN.
En el octavo piso, donde funciona la portería, en tanto, se refugió la esposa de Mangeri, Diana Saettone, quien había salido a hacerse un chequeo médico y, al regresar pasadas las 17, evitó el contacto con los periodistas.
Aunque puede ser prorrogado, mañana le vence el plazo al magistrado para resolver la situación procesal de Mangeri. Se estima que dictará el procesamiento por homicidio simple y prisión preventiva en el marco de la investigación.
Hoy, el imputado respondió a la citación indagatoria que realizó el juez y se sentó frente a Ríos a declarar aunque sólo habló de los supuestos apremios que recibió por parte del personal policial. Según trascendió, el portero dijo que fue "hostigado" y por eso se autoincriminó cuando declaraba como testigo.
Mangeri, quién hasta hace dos semanas veía cómo la policía allanaba el edificio donde vive y trabaja, se negó a responder sobre la historia que desvela a la opinión pública.

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