“Trapitos” recaudan $ 4 millones por día en Capital

El fenómeno de los "trapitos" mueve 4 millones de pesos de recaudación cotidiana. Según la Justicia contravencional, los damnificados por estas bandas presentan 200 denuncias por mes.

La situación con los denominados "trapitos" se convirtió en un auténtico dolor de cabeza para los automovilistas en la Capital Federal, donde un ejército de personas desempeñan esta actividad ilícita sin regulación o control. De ese modo, cada día se registran episodios de violencia contra quienes se resisten a pagar, lo que resulta en amenazas, vidrios rotos, rayones o abolladuras, entre otros inconvenientes. Mientras, el fenómeno crece tanto que ya se calcula en 4 millones de pesos la recaudación cotidiana.

Los datos estadísticos de la justicia contravencional de la ciudad revelan que los damnificados por estas bandas mafiosas presentan más de 200 denuncias por mes contra la actividad de los cuidacoches, a un promedio de una cada tres horas. El informe que relevó la situación indicó que en 2012 se abrieron 3.058 expedientes en el Fuero Contravencional en el marco de la figura conocida como 'retribución para el cuidado vehicular'.

• Los limpiavidrios

Luis Vicat, licenciado en Seguridad Pública, explicó sobre el flagelo que "la proliferación sin control de trapitos ya forma parte del escenario urbano, con personas que con un trapo, un rollo de diario o a veces un palo, se dan a la concienzuda tarea de ordenar el estacionamiento en lugares públicos donde bajo amenazas de romper el auto, logran ser pagados por los resignados automovilistas que llegan al lugar".

Pero el fenómeno también se explica, afirmó Vicat, "con los limpiavidrios que aprovechan el semáforo para cosechar algunos pesos mediante el limpiado más o menos compulsivo de los parabrisas, sobre todo de mujeres solas", precisando que en muchos casos "la tarea se alterna con el arrebato o directamente el robo".

El abogado Javier Miglino, de la ONG Defendamos Buenos Aires, explicó que "en promedio, hay unas 20.000 personas que cumplen estas funciones en las arterias de la ciudad o en los alrededores de estadios en ocasión de eventos con gran asistencia de público, en el marco de un fenómeno que crece desde 2004, sin control o voluntad política por parte del gobierno de Mauricio Macri, que ahora ni siquiera utiliza la Policía Metropolitana para impedir que se transgreda la ley, mientras los ciudadanos estamos indefensos, a merced de mafias".

• "Hay barrios tomados"

La organización estimó en 6.000 pesos el dinero que recauda cada trapito mensualmente. De ese modo, se calcula que por día la modalidad logra mover unos 4 millones de pesos. "Hay barrios completamente tomados. Flores, Belgrano, Palermo o Almagro son algunos. Operan toda la semana. Muchos utilizan una tarjeta trucha que supuestamente los habilita para ayudar en los estacionamientos y recibir dinero a cambio.  El gobierno porteño es cómplice de todo esto, y las denuncias por gente damnificada cuando se resiste al apriete se multiplican", dijo Miglino.Vicat puntualizó sobre una derivación directa de las grandes cantidades de dinero que se recaudan. "Instalados más o menos cómodamente, los lugares comienzan a disputarse y es común ver las peleas entre los mismos por conservar su parada", señaló el experto, recordando "el caso de un limpiavidrios de 38 años que fue asesinado de una puñalada en medio de una pelea callejera ocurrida en el cruce entre la Avenida 9 de Julio y Santa Fe, a siete cuadras del Obelisco".

Finalmente, Miglino manifestó que "todo es un descontrol, en la cancha de River Plate, por cada evento masivo, los trapitos se llevan alrededor de un millón de pesos, pero las denuncias no son escuchadas, mientras tanto somos rehenes y víctimas".

• Impotencia en  los barrios

En los distintos barrios, la situación con los "trapitos" se padece con bronca e impotencia. En los foros de seguridad, aunque los integrantes afirman que no es el tema principal de la agenda en las reuniones, la cuestión comienza a asomar cada vez con más presencia, ya que hay casos con vecinos lastimados, agredidos verbalmente o rehenes de los grupos que cobran por el "derecho" a estacionar en la vía pública. Viviana Pelegrini, vecina de Caballito, contó que "todos sabemos que este problema lo tenemos desde hace rato, y viene creciendo, se va complicando", agregando que "en nuestra zona, las inmediaciones del estadio de Ferro se convierten en territorio para esta actividad cuando hay eventos".

Desde el foro de seguridad de Pompeya, en tanto, la vecina María Rosa Virgilio señaló que "hay dos opciones, o se acepta el costo del estacionamiento que impone esta gente o cuando uno retorna encuentra el auto roto, porque así de simple es la lógica de estas bandas", precisando que "además de la cancha de Huracán en los partidos, la gente que visita Parque Patricios, Pompeya y alrededores, por sus ferias y parques, se encuentra con esta realidad, que nos preocupa y mucho".

"Operan como patotas. Amenazan a la gente, y no queda mucho margen para resistir. Aquellos que se indignan y reaccionan, sufren las consecuencias. Estos episodios de violencia explícita se reiteran", dijo Virgilio. Finalmente, la vecina Pellegrini expresó que "de manera indudable, no sólo en Caballito, sino en todos los barrios de la ciudad, el fenómeno viene en constante crecimiento, y la realidad es que actúan con mucha prepotencia".